31 de diciembre de 2013

¡ FELIZ AÑO !





Finaliza el año

Señor, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te agradezco por todo cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y mis amigos de siempre, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero, Señor, hoy también quiero pedirte perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho. Perdón por vivir sin entusiasmo.

Por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora no te había presentado.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios.

Pronto iniciaremos un nuevo año y ante el nuevo calendario aún sin estrenar, te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivir.

Hoy te pido por mí y los míos la paz, la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y sea capaz de derramarlas a mi paso.

Lléname de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén

10 de diciembre de 2013

Para Reflexioar. Mejor es Esperar

Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo: Padre, que desgracia! Se nos ha ido el caballo. ¿Por que le llamas desgracia? Respondió el padre, veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días el caballo regreso, acompañado de otro caballo. ¡Padre, que suerte! exclamó esta vez el muchacho. Nuestro caballo ha traído otro caballo. -¿Por que le llamas suerte? - repuso el padre - Veamos que nos trae el tiempo.
En unos cuantos días mas, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y este, no acostumbrado al jinete, se encabrito y lo arrojo al suelo. El muchacho se quebró una pierna. -¡Padre, que desgracia! - exclamo ahora el muchacho -. ¡Me he quebrado la pierna! Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentencio: - ¿Por que le llamas desgracia? ¡Veamos lo que trae el tiempo!
El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.
Lo mejor es esperar, pero sobre todo confiar en DIOS, porque todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas de acuerdo a su plan infinito..... ¡Gloria a Dios!!!

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MARIALEJANDRA

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ENTREVISTA AL PINTOR, MUSICO Y POETA CESAR ANDRADES

REFLEXIONES CON MARIALEJANDRA

HAZ BIEN Y NO MIRES A QUIEN, RECUERDA QUE EN LA VIDA TODO SE REGRESA LO BUENO Y LO MALO QUE HAGAS. FELIZ DIA. DIOS TE BENDIGA.

REFLEXIONES CON MARIALEJANDRA

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